miércoles, 10 de diciembre de 2008

Mi, no comprender.

Estaba viendo la edición de mañana de un diario nacional, mas tirado a la "farándula", donde en la página 3 aparece un cardenal afirmando que Madonna, que canta hoy y mañana acá en santiago, viene a provocar lujuria y desfachatez...
Prosigo avanzando en el diario, edición on line y, en la página 17 sale la noticia, o sea, la saga de la noticia del cura valdiviano al que le encontraron en su notebook fotos de los genitales de alumnos y material pornográfico de menores, sin dejar de mencionar que este sacerdote andaba en gira de estudios.......a cargo del curso, onda el profesor jefe. Dato aparte y, no menor, es que en las proximas semanas, este personaje, se iría de campamento de verano con niños a cargo.
Antes de permitirme dar mi modesta opinón al respecto, decidí ir a alguna fuente de información, para aclararme algunas dudas. Veamos pues:
Según la R.A.E (Diccionaro de la Real Academia ) Desfachez es Descaro, desvergüenza y Lujuria, es un vicio consistente en el uso ilícito o en el apetito desordenado de los deleites carnales y también, la define como un exceso o demasía en algunas cosas.
Según Google, Desfachatez sería cinismo, descaro, desvergüenza, frescura, insolencia, atrevimiento, osadía y Lujuria, lo define como un deseo sexual desordenado e incontrolable.
Según estas definiciones y, viendo la realidad, pienso que la idea del concierto de Madonna no pretende que todos terminen afilando unos con otros en el estadio nacional ni crear una pseudo sodoma y gomorra acá en Chile. Asumo que ella, como parte de una estrategia de marketing (negocios son negocios) ha vendido su imagen como ícono sexual, lo que no me parece malo. Si lo vemos como un negocio, puta que le ha ido bien!! y puta que lleva años en el mercado!! y puta que gana morlacos!! y puta que mueve masas!!. Admirable ella. El problema es que en este país, gozar del sexo es un pecado, ser un epicureo es digno de la hoguera máxima.
¿A quién no le ha bajado la lujuria después de un par de copetes? Por favor, o sea, yo me guardo mi piedra. Pero cuando sucede, no me bajan las pasiones con prepúberes.
Mi pregunta es ¿Qué opinará este señor cardenal, del sacerdote de valdivia? Este personaje, profesor jefe de un curso, que toma fotografías sin consentimiento, al cuerpo de sus alumnos, en quien los padres confiaron a sus hijos para ser el guía en el viaje mas importante de la vida escolar de los niños.
A mí, esa traición, esa falta de respeto hacia la dignidad de un ser humano, de un niño, eso me parece una desfachatez. Ese atropello a la inocencia gratuito, desleal, abusivo, eso me parece un deseo sexual desordenado e ilegal de los deseos carnales.
Simplemente, no entiendo.
No entiendo ni una wea de lo que pasa en este país.

lunes, 8 de diciembre de 2008