Ayer viernes salí y llegué a mi habitat hoy sábado a las 10 am. Linda muñeca - me habría dicho mi papá.
Venía en el taxi, subiendo por Pocuro, con un ojo a medio abrir, con aroma a copete trasnochado, luca en mi cartera, luca y media en el bolsillo para pagar el taxi y en la calle había mucha gente trotando, andando en bici, paseando perros. Me llamó la atención la cantidad de gente que se levanta temprano un día sábado a hacer vida deportiva. Me llamó la atención, porque hace demasiado tiempo, que no veía un sábado a esa hora de la mañana. Como venía ebria, este paisaje lleno de personajes, me pareció una especie de circo, lleno de movimientos, sonrisas, de colores y entonces me puse a contabilizar lo que vi en el camino: un par de chicas trotando, otro par de chicas haciendo unas elongaciones, había dos mujeres sentadas en un banco, tomando agua, vestidas con buzo, onda en un break, también vi un grupo, como de 7 personas trotando en masa, un macho recio trotando y con un perro boxer al lado que lo acompañaba en su maratón personal, una pareja de personas mayores, también ataviadas con buzo deportivo, paseando un perrito pequeño, un abuelito que caminaba solito y medio encorvado, con el diario debajo del brazo. Cuando me bajé del taxi, en mi edificio, iban saliendo mas personas vestidas de buzo, con cara de haber dormido 38 horas en el mejor de los sueños y yo recién llegando, con el maquillaje nocturno bien artistoide de la noche anterior, con una botella de coca light y el señor conserje me dice pucha le tocó trabajar hasta tardecito... saco de weas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario