martes, 4 de septiembre de 2007

Allá en el sur.......

Hoy día en el mentro venían dos monjas. Verlas me trasladó de inmediato a mis años en el colegio de monjas donde estudié. La actual directora (otrora la tia de gimnasia) debe tener una pierna mas musculosa que la otra; yo me sentaba en su pie y me enrollaba a su pierna y la pobre tía, tenía que hacer toda la clase de gimnasia conmigo enroscada en su pierna. Eso hasta 7° básico. Con razón salí tan galleta pa hacer deporte.
Creo que la primera vez que sentí pánico fue cuando estaba en 5° básico. Una de las monjas nos contó como es que había optado por la vida sacra. Me acuerdo que dijo que el llamado del más allá podía llegar en cualquier momento y, que uno no sabía en que momento a uno lo elegían desde las altas esferas.
Colapsé......... o sea, yo vestida de negro sin mi bicicleta?, encerrada sin salir a la calle? sin amiguitos (mis vecinos cooperaron todos), yo abajo de un árbol? y con vestido¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Fue tal el pánico que sentí, que en mi casa me coloqué algodones en las orejas para no escuchar el famoso llamado. Usé esos algodones más de un mes. Los ronquidos de mi papá eran lo mejor de la noche para evitar sentir el silencio, porque el llamado podía llegar en la noche. Dormí con mis papás mas de un mes. Me sentí tan protegida por esos ronquidos que no me dejaban escuchar lo que la noche pudiese decirme.
Amén.

1 comentario:

  1. Yo también estudié en un colegio religioso. De jesuitas para ser mas preciso... y si bien mi familia tuvo temor de que optara por hacerme cura, esa idea jamas cruzó por mi mente. De hecho actualmente soy tan anticlerical, que no me cabe la menor duda de que si llegase entrar a una iglesia, el Cristo crucificado se bajaría de la cruz y se retiraría indignado porque pensaría que mi visita es webeo.

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