sábado, 15 de septiembre de 2007

Mamá.

Viernes 14 de septiembre: día de viaje. Trip to Valdivia!!!
Como soy shilena, dejé la compra del pasaje para última hora y, por supuesto cuando fui a comprarlo no habían pasajes hasta Valdivia. Compré hasta Temuco total -pensé- allá salen a cada rato.
El bus salía a las 10:00 de la mañana, así que puse el reloj a las 06:30 para levantarme con tiempo a terminar de hacer mi mochila y para no andar corriendo. Lo que pasa es que, por alguna razón inexplicable, yo me doy mas vueltas que mojón en el agua antes de salir de cualquier parte. Por consiguiente; llego atrasada a todas partes. Y ayer no fue la excepción.
Desperté a las 08:00. Partimos mal.
Y vamos corriendo. Metiendo lo que sea en la mochila. Me bañé en medio segundo. Desenchufé todo lo enchufable. Ok. Todo listo??? No me falta nada??' mmmmmhh si,ya chao me voy.
Ya eran las 09:20 y ni cagando alcanzaba a llegar en metro desde Providencia a Estación Central. Taxi!!! Por mas que le insistí al taxista que se apure igual llegué a las 10:02. El bus iba saliendo, tuvo que parar en la mitad de la losa pa que la saco de weas se suba. Lo peor de esos casos (me ha pasado ya unas 5 veces) que después del show de la parada, hay que subirse al bus y pasar por esa especie de callejón oscuro donde todos te miran meneando la cabeza de lado a lado, dejando entrever su malestar y su cara de odio hacia mí. Me da lo mismo, como no es primera vez que me pasa, me deslizo por ese pasillo con una sonrisa tipo idiota, haciéndome la desentendida. Eso se llama stone face. No se mueve un músculo de mi cara sin que yo lo permita. (Wena Pinochet)
Dato aparte. El tipo que me vendió el pasaje me dijo que llegaría como a las 18:00 a Temuco, de ahí tenía que tomar otro bus a Valdivia.
El viaje como el que cuelga. Pésimo. Si hay algo que a mí me desespera, es esa gente que hace ruidos con la nariz, como sorbeteando. Me engrifa. Y me tocó al lado!!! Traté de dormir pero cada vez que estuve a punto de lograrlo ella se encargó de despertarme con su sonajera.
Llegué a Temuco a las 20:00 de la noche.
Pregunté en todas las boleterías por pasaje a Valdivia, pero nada, no había nada hasta la madrugada. "¿Que chucha hago? Me voy a dedo no mas!".
Los milagros existen pero ..... desaparecen. Ja.
Me disponía a caminar hacia la carretera, cuando se me acerca un tipo y me pregunta que pa donde voy. "Valdivia, pero ya no hay pasajes, ya pregunté. Gracias".
Me dice que si hay pasajes. Línea Azul. Y habían. Y el bus iba casi vacio. Y salía a las 20:30. Demasiado top.
Llegó el bus, atrasado 15 minutos. Vale. Pero llegó al menos, porque cuando caché que no llegaba me dije "¿no me habrán metido el p........ en el ojo con un bus pirata?"
Le entregué mi mochila de 50 toneladas al auxiliar, me disponía a poner un pie en la escalera pa subirme y aparecen ellos.
Vestidos de estricto amarillo, los fiscalizadores de buses se acercan al bus, hacen un par de preguntas al chofer y le dicen que baje, (yo también me bajé para interiorizarme de la situación, obvio). Abajo el chofer se tomaba la cabeza, se metía las manos al bolsillo, prendía un cigarro, levantaba las manos al cielo, bla, bla, bla. Entonces de estricto verde, aparece la ley. Que cresta, yo me quería ir.
No se que pasó. Al parecer un parte. Pero después de mucho rato esperando, bolsos abajo. What???. El bus no sale. No te amargues. No te angusties. Relaja la vena. Respira. Cuenta hasta 3259. Respira.
Partí a la oficina a que me devuelvan la plata. Con la mejor cara le digo a la niña que el bus no salió (ya estaba enterada obvio) y que quería que me devuelvan el dinero. Me dice que se retiene un 15% cuando se hace devolución. "Mira conch......... que la máquina cu..... no haya salido porque al w...... del chofer le sacaron un parte no es mi problema!!!!!!!!!.
Me devolvieron intactas mis tres lucas. Ya eran las 21:20. Pregunté en la oficina del bus que salía de madrugada, si quedaban pasajes. Uno. Démelo.
Hasta las 01:30 am cual Penélope abandonada, estuve sentada en ese terminal. Cagada de frío. Y pa mas recacha, con la vieja de los sorbetes a mi lado que tampoco tenía bus.
Llegué a Valdivia a las 04:30 am. Tuve que llamar a mi mamá por teléfono de afuera pa que me abra. Pobre, se asusto con mi llamada. A lo mejor pensó que estaba ebria y me había bajado la melancolia.
Y en mi casa, no tenía donde acostarme. Todas las camas ocupadas.
Esta es la mejor parte. La recompensa al viaje macabro. Me puse pijama, sin prender la luz, me metí a la cama de él, le di un beso despacito para no despertarlo. Al rato siento su manito sobre mi cara, recorriéndomela. "Mamá" me dijo.

3 comentarios:

  1. Me imagino que estar con tu hijo hace que valga la pena cualquier cosa...

    Por mi pega viajo bastante... y aventuras en los terminales a lo largo de chile, tengo varias, tanto agradables como no...

    Esperar esos buses de madrugada son lo peor... además que siempre los casino-cafeterias que tienen los terminales cierran a las 12, y esa hora y media o dos, cagao de frío esperando sólo el bus, se hacen eternos... Y el terminal de Temuco está lejos de todo.... ni siquiera pa tomarse una cervecita pa matar el tiempo...

    Saludos y felices fiestas!!

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  2. Feliz 18. Yo también me he pegado viajecitos de esos. Pero al final de tanto sacrificio jamás tuve una recompensa como esa que justificara tantas penurias.

    Que tengas unas buenas fiestas con tu familia, vecina.

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  3. Definitivamente el mundo es un pañuelo. Que sorpresas nos tiene el destino.
    maversal@hotmail.com (messenger)

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